Conoce los diferentes filtros y elige el indicado para tu piscina.
Al momento de construir una alberca, uno de los puntos más importantes es colocar el filtro, ya que este determina la calidad del agua y la mantiene en óptimas condiciones de uso, pues remueve las sustancias que provocan hongos y bacterias.
El filtro, es el mecanismo principal de limpieza y purificación del agua; desempeña una tarea crucial para mantener el agua cristalina y apta para usarse. Contiene en su interior un material llamado medio filtrante o material filtrante que es el que se encarga de limpiar todas las áreas de la piscina y remover toda la materia insoluble.
¿Cómo funciona un filtro de alberca?
Aunque existen diferentes tipos de filtros para piscinas, todos funcionan de la misma manera:
El agua sucia entra por la boquilla principal y pasa al depósito que contiene un material especial de filtrado que absorbe todas las partículas, finalmente, completa el ciclo regresando a la piscina por medio de la boquilla de salida.
Conoce los tipos de filtros para alberca
Existen tres tipos diferentes de filtros:
- Filtros de arena:
Es el más popular en el mercado, ya que ofrece una muy buena calidad y funciona con un mecanismo sencillo, el agua se limpia pasando por un depósito de arena, zeolita o algún otro material filtrante y requiere de retrolavados que son muy fáciles de realizar. Pero sin duda, su mayor ventaja es la durabilidad del filtro, pues puede durar hasta 10 años, aunque se aconseja cambiarlo a los siete, esto representa un gran ahorro económico.
- Filtros de cartucho:
El filtro de cartucho es ideal para piscinas desmontables, utiliza cartuchos con filtros de tela reemplazables, que son fáciles de instalar y deben limpiarse cada semana.
El agua llega al filtro de cartucho donde las impurezas quedan atrapadas en la tela y el agua limpia regresa a la piscina. No requiere retrolavados, más bien el cartucho se retira del filtro, se enjuaga con una manguera y se limpia con distintos agentes: uno para aceites y otro para depósitos o incrustaciones.
- Filtros de diatomeas:
El filtro de diatomeas utiliza seres microscópicos fosilizados que trabajan como microesponjas, dejando pasar el agua y conteniendo toda la suciedad, incluso la que no es visible para el ojo humano. Sin embargo, resulta ser la opción más cara de filtración.
Cómo elegir el filtro para piscina adecuado
Para elegir el filtro adecuado para tu alberca, debes tener en cuenta el caudal a filtrar, el presupuesto, el tipo de piscina donde se va a instalar y qué tan dispuesto estás para hacer un mantenimiento regular.
El caudal a filtrar
El caudal es la cantidad de agua que el filtro tendrá que limpiar, por lo que es esencial para determinar el tamaño del filtro y su potencia. Para conocerlo, debes calcular el volumen de la piscina, esta es la fórmula:
- Volumen = longitud x amplitud x profundidad media.
- Por ejemplo, si tienes una piscina de 6m x 5m x 1.7m, el volumen de esta será de 51 m3.
Ahora, debes calcular el caudal, con esta fórmula:
- Caudal=Volumen de la piscina/tiempo de filtración.
Tienes que tener en cuenta que el filtro debe estar encendido por un mínimo de 8 horas diarias. Por lo tanto, el cálculo, según el ejemplo, quedaría así:
- 51m3 / 8h = 6.3m3/h
Entonces, la capacidad de filtración que debe darnos el filtro será de 6.3m3/h
Es importante que tomes en cuenta que la bomba o motobomba que impulsa el agua hacia el filtro, debe tener la capacidad suficiente para mover la misma cantidad de agua por hora que el filtro.
Limpieza y lavado del filtro
Para que el filtro realice correctamente su función, debes realizar un mantenimiento adecuado. Su frecuencia varía según el uso de la piscina y es fácil de identificar pues notarás a simple vista que el agua ya no está tan limpia como en un inicio.
- En el caso de los filtros de cartucho, basta con extraer los cartuchos y utilizar chorros de agua para eliminar la suciedad acumulada.
- Para los filtros de diatomeas, haz un retrolavado, que consiste en invertir el sentido de circulación del agua en el filtro para que expulse al desagüe las materias atrapadas.
- En cuanto a la limpieza de los filtros de arena, el retrolavado deberá realizarse por lo menos una vez al año o cuando sea notable que el rendimiento del filtrado haya bajado.
Cómo realizar el retrolavado
Es un proceso bastante simple:
- Desactiva la bomba.
- Maniobra la válvula selectora a la posición de retrolavado.
- Reinicia la bomba.
- Deja correr el agua durante un tiempo hasta que salga limpia.
Con el filtro adecuado a tu alberca y un correcto mantenimiento, lograrás deshacerte de la suciedad consiguiendo un agua más pura y limpia, aumentando su vida útil, ¡para disfrutarla durante muchos años más!